En Alaró se encuentran algunas de las fincas más lujosas de Mallorca por lo que las casas de invitados, las piscinas y las amplias dependencias están a la orden del día.La rocambolesca historia se inicia en 1811, cuando el Estado pone en venta el fortín y, en un increíble esfuerzo económico por parte de los habitantes de Alaró, se compra el